Masajear la espalda 6 métodos:
- Apoyar el cuerpo
- Estirar la espalda
- Hacer ejercicios para reducir el dolor de espalda
- Cambiar los hábitos
- Probar con otros remedios naturales
La columna está formada por vértebras, discos, articulaciones facetarias y músculos. Las vértebras son los huesos más importantes de la columna y los discos son las almohadillas que están entre las vértebras. Las articulaciones facetarias permiten que la espalda se gire y se incline. Los músculos ayudan a estabilizar la espalda y proteger los huesos y discos de posibles lesiones. El dolor en la espalda podría deberse a muchas cosas, tales como la osteoartritis, las hernias de disco, la compresión de los nervios, el desgarro muscular o incluso el embarazo. En muchos casos, es posible reducir el dolor de espalda de forma natural, sin cirugías o sin los posibles efectos secundarios de muchos medicamentos. Sigue estos consejos para aliviar el dolor de espalda de forma natural.
Método 1 de 6: Masajear la espalda
1. Date un masaje. El masaje consiste en aplicar cierta presión sobre los músculos adoloridos o tensos para que así puedas reducir la tensión y lograr relajarte. Encuentra el punto exacto que te está causando el dolor. Frota esa zona con las yemas de los dedos o con el puño, siempre y cuando puedas alcanzar el área afectada. Trata de hacer movimientos circulares o masajea hacia atrás y hacia adelante para aliviar la zona adolorida.
También podrías presionar la zona con las yemas de los dedos, manteniendo una presión firme mientras cuentas como mínimo hasta 10 o, si es posible, hasta llegar a 100.Si no puedes alcanzar la zona afectada por ti mismo, pídele a un amigo que te dé un masaje.
Evita usar un rodillo de espuma para masajear la parte baja de la espalda. La mayoría de los dolores en la parte baja de la espalda o dolores lumbares en realidad son causados por la tensión en otras partes de la espalda, en las piernas o en cualquier otro lugar. Aunque puedas presentar un alivio temporal al masajear la parte baja de la espalda, podrías correr el riesgo de una lesión mayor por agravar la condición que te provocó el dolor lumbar desde un inicio
3. Haz que te den un masaje profesional. Un terapeuta de masaje profesional trabajará contigo para identificar las áreas problemáticas que te estén afectando. Los tratamientos regulares son beneficiosos para seguir tratando el dolor de espalda.
Revisa tu seguro médico para ver si los masajes están cubiertos por tu plan de salud.
4. Visita a un quiropráctico. El quiropráctico es un especialista que trata los problemas y condiciones musculo-esqueléticos en relación con el sistema nervioso, principalmente aquellos que afectan a la espalda, el cuello y las articulaciones.[3] El quiropráctico evaluará tu estado y luego te ayudará a alinear tu columna de forma natural mediante una serie de ajustes.
Otra opción es que un fisioterapeuta o un osteópata te ayude a aliviar el dolor de espalda mediante ciertos tratamientos
Método 2 de 6: Apoyar el cuerpo
Coloca una almohada entre tus rodillas cuando duermas de costado. Esto evitará que tu muslo se caiga a un lado, provocando tensión en la columna.
Método 3 de 6: Estirar la espalda
1. Ponte ropa cómoda. Cuando vayas a estirar la espalda, deberás usar ropa cómoda que te permita moverte con facilidad. Así podrás estirarte sin problemas y te concentrarás solamente en los ejercicios de estiramiento, no en cualquier molestia que te cause la ropa.
Siéntate o párate derecho. Trata de juntar los omóplatos lo más que puedas. Mantenlos en esta posición de 5 a 10 segundos y luego relájalos.
Siéntate o párate derecho. Coloca las manos detrás del cuello y arquea suavemente la espalda hacia atrás mirando hacia el techo.
Siéntate en una silla con la espalda recta. Cruza los brazos sobre el pecho y gira el torso de un lado al otro lenta y suavemente.
La postura del niño: Arrodíllate y luego siéntate sobre los talones. Baja la parte superior del cuerpo hacia el piso con los brazos estirados y rectos delante de ti. Estira la parte baja de la espalda.
La postura de enhebrar la aguja: Acuéstate boca arriba. Coloca un pie sobre la rodilla de la pierna opuesta. Levanta esa pierna opuesta y mantenla ahí de forma que el muslo quede en posición vertical. Conserva esta postura de 15 a 30 segundos. Vuelve a la posición original y repite con el otro lado.
Giros con las dos rodillas: Acuéstate boca arriba. Lleva ambas rodillas hacia el pecho y luego déjalas caer hacia un lado del cuerpo. Estira los brazos alejándolos del cuerpo. Vuelve a la posición original y repite el ejercicio con el otro lado.
Método 4 de 6: Hacer ejercicios para reducir el dolor de espalda
Prueba con la brazada de costado o con el estilo de espalda si la brazada hacia adelante (estilo libre) resulta demasiado extenuante para tu espalda.
4. Fortalece los músculos del torso. En el tronco del cuerpo se ubican los músculos principales que afectan a todo el resto del cuerpo y principalmente a la espalda. Mantener estos músculos fuertes te ayudará a aliviar el dolor de espalda y evitar que vuelva en el futuro. Realiza algunos de estos ejercicios para fortalecer los músculos del torso:
Acuéstate boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el piso. Dirige una rodilla hacia el pecho y luego lleva el pie de nuevo al piso. Repite el ejercicio de 10 a 20 veces con cada pierna.
Acuéstate boca abajo. Empuja el cuerpo hacia arriba en una posición de plancha (postura de tabla). Mantente así por 30 segundos y luego vuelve a acostarte. Sigue practicando el ejercicio hasta lograr mantener la postura de la plancha de uno a dos minutos.
Ajusta y endurece los músculos del abdomen apoyándote sobre las manos y rodillas. Luego levanta una pierna del suelo y mantenla estirada detrás de ti. No dejes que tu cadera se incline hacia un lado porque eso podría torcerte la espalda. Mantén esta posición de 10 a 30 segundos aproximadamente. Repítelo de 8 a 12 veces por cada lado. Una vez que te sientas estable, podrías tratar de levantar el brazo opuesto y estirarlo en frente de ti mientras mantienes la pierna elevada al mismo tiempo.
El pilates es un buen método de ejercicio que se enfoca en fortalecer los músculos del torso.
Método 5 de 6: Cambiar los hábitos
Encuentra el calcio en los productos lácteos y en las verduras de hojas verdes oscuras, así como también en los alimentos ricos en calcio como el jugo de naranja o los cereales.[16]
Para obtener más magnesio, consume alimentos como las verduras de hojas verdes oscuras, los granos integrales, las legumbres y las proteínas.
Para obtener más potasio, consume alimentos como la palta, el plátano y las verduras de hojas verdes.
Método 6 de 6: Probar con otros remedios naturales
Intenta meditar como mínimo de 5 a 10 minutos al día. Siéntate en una silla cómoda y concéntrate en respirar hondo. Inhala contando hasta 4, contén la respiración contando hasta 4 y finalmente exhala también contando hasta 4. Concéntrate en la respiración. Cuando tu mente empiece a divagar, intenta concentrarte de nuevo en tu respiración.
Si el dolor en la espalda es muy reciente, aplícate hielo en la zona por 10 minutos a cada hora en el primer día, luego hazlo cada 2 a 3 horas por los siguientes dos días. Después de eso, aplícate hielo en la espalda 3 veces al día por 10 a 15 minutos en cada sesión.
Si usas una almohadilla térmica, asegúrate de no quedarte dormido mientras la estés usando. Ajusta la almohadilla térmica solamente en el nivel bajo o medio.
Consejo
Usa la fuerza de tus piernas para levantar objetos pesados, flexionando las piernas mientras lo hagas. Esto te quitará la tensión en la espalda. Muévete lenta y suavemente, ya que los movimientos rápidos y bruscos aumentan el riesgo de lesiones.
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